Bajando de Mendoza a Neuquen por la R40 y aledaños ...

Hola gente.
Como siempre el viaje se pensó con bastante tiempo y detalle, con los aportes de Mariano (te deja las rutas por día por día listas para el GPS) y Vity contando como siempre con la minuciosa planificación detallista de HORA4WD y sus rutas desmenuzadas casi curva por curva, más el invalorable tema de la búsqueda y coordinación de alojamiento de Romina.
El grueso del grupo salió de Baires la mañana del 29 de enero con rumbo oeste directo a San Rafael. Yo salí de Córdoba (estaba en casa de los viejos) un poquito más tarde hacia el sur, y en un alarde más de metaprecisión nos encontramos en Realicó (La Pampa) a eso de la 14 llegando con solo algunos minutos de diferencia. De allí a San Rafael, al conocido hotel Alas.

Por las calles de San Rafael. De paso presentamos las chatas para los que todavía no nos conocemos. Adelante la X-Terra negra de MARIANOXAR (Mariano) y familia; luego la Frontier del CERVECERO (Cerve) y esposa; la amarilla de GCI (Raúl) y familia; la Frontier de VITY (Vity) y familia; y la Path V6 de HORA4WD (Horacio) y familia.

Antes de dejar San Rafael pasamos por los puestos de regionales donde compramos una pata de jamón, la cual sería titular indiscutible saliendo a la cancha en todas las sucesivas comidas de campaña que seguirían.

Gente saludando en el cañón del Atuel. Camino muy hermoso a orillas del río donde se pasa al lado de gente acampando, haciendo rafting, etc. Recordamos esos momentos de aquella inolvidable primera solidaria. Atrás a la derecha se ve un pedacito del famoso “submarino”. Se nota la falta de agua, como en todos lados.

Llegó la hora del almuerzo y encontramos un lugar espectacular en una curva del Atuel.

Detalle del metaalmuerzo. Hubo que darle nomás al jamón recién comprado. No se salvaron ni el queso de Marce Vity ni la bondiolita increíble que trajo Silvina Marianoxar.

Wanda recogiendo los primeros gramos de la media tonelada de piedras y piedritas que tuvo que transportar de regreso la Frontier del Cerve jaja!!.

Y una vez más se puso de manifiesto el espíritu de salvataje del grupo. En el cañón del Atuel encontramos un grupo de ciclistas “off road” que estaban detenidos y daban la vida por un poco de “sal o bicarbonato” y un pomito de “La Gotita”. Por supuesto Horacio tenía los elementos. Una bici tenía un corte en una cubierta y resulta que poniendo una mezcla de estas dos com-ponentes (¡¡¿¿¿???!!!) la abertura se sella y permite seguir. Dijeron que también sirve para las motos y autos. ¿¿¿Alguno ha probado esto???
Nos agradecieron un montón pues se dio no solo que paramos sino que teníamos los elementos. Hora les dejó la Gotita por las dudas y se fueron.

Llegamos a Nihuil. Mirador espectacular del cañón.

Nos alojamos en unas cabañas del Club de Pescadores, que resultó ser una especie de country del cual se alquilan algunas viviendas. No se los recomiendo para la próxima pues después de una reserva con un mes de anticipación al llegar había diferencias con lo acordados pues resultó ser que una cosa es el alquilrer de la cabaña y otra los permisos para entrar al country (no estaban incluidos), además de problemas con la ropa blanca, etc. Se arregló por supuesto pero se vio una sorprendente falta de seriedad.

Buscando el camino a las dunas del Nihuil.
Al otro día salimos temprano con la idea de al menos conocerlas ya que nos esperaba un día largo. Unos cuatris que se alojaban al lado nuestro nos enseñaron un camino que al final no resultó ni el más directo ni rápido. Pudimos ver lo blanda que es la arena (a pesar de que estaba fresco, pero estábamos muy cargados y tratamos de no desinflar mucho para no perder tiempo luego). Horacio y el Cerve se metieron más y disfrutaron un rato. Atrás se ve el espejo del lago.

Al fondo ya se ven las dunas hechas famosas por el Dakar.

Saliendo de Nihuil. Desde el paredón del dique donde esta sacada la foto se puede ver al fondo el playón blanco donde estuvimos ayer y los topes superiores del cañón. Hacia abajo el abismo.

Ya en camino hacia la Laguna del Diamante. Refugio Alvarado. Pagamos ingreso y derecho de pesca (nunca pescamos nada en ningún lado ja!). Notable como resalta el color de la bandera en el contorno marrón de lo árido.

El camino se puso pesado, en constante ascenso, con piedras sueltas y peligrosas para los neumáticos. Yo corté uno en un costado. Si bien no perdía aire lo cambié después igual por las dudas.

El camino se hace largo, pero es increíblemente espectacular. Allá lejos vienen bajando las Frontier del Cerve y Vity.

El Cervecero y Vity.

Y en un momento hizo su aparición espectacular del volcán Maipo (5.320 mts). Se empieza a notar el increíble azul del cielo en ese lugar. Abajo levanta polvo la Path de Horacio.

Se ve por primera vez la laguna al pie del volcán. Notables colores del agua, el cielo, el volcán y el marrón de las montañas

Laguna Barrosa. Extraño espejo de agua color marrón, a pocos metros de la laguna de un color azul intenso. Produce un contraste muy raro.

Laguna del Diamante. Agrupados para comer. Noten los contrastes de colores. Es realmente espectacular.

Las chatas y el volcán Maipo. La foto del poster. Dicen en el lugar que la laguna se llama así pues cuando el agua está en calma el volcán se refleja por completo en la misma y parece un diamante.

Cuando ya nos íbamos un guanaco nos miraba vigilante desde el médano como diciendo “…y no vuelvan!”.

Rodeando ya de salida la Laguna del Diamante hacia el refugio de guarda-parques, noten la montaña de la derecha que derrama piedras y rocas que cruzan el camino y llegan casi hasta la laguna. Parado ahí parece que estás en la cancha de bochas del increíble Hulk.

Camino de regreso.

Trepando de regreso adelante va el Cerve, detrás Mariano y después Vity.

Es todo por hoy amigos. La espera desespera pero las fotos valdrán la pena (cuac !)


En el relato anterior quedamos volviendo de la laguna del diamante hacia Malargue donde nos alojamos en las cabañas que les mostró Horacio. Al otro día salimos hacia el Sosneado. En el camino apareció esta calavera, la ven?

Acá tá.

Hermosa vega camino al Sosneado, ya cerca del hotel.

Camino al Sosneado.

Preparando unos pollos a la parrilla en las ruinas de las termas. Hacía un calor impresionante y el sol te quemaba (y mucha sombra no hay).

No les dije que el sol mataba??
La sombrilla playera no pegaba ni con plasticola, pero Patri no se iba a perder contemplar largo rato cómodamente el paisaje. Oyeron hablar de la famosa con-taminación visual? Ni el sonseado se salva JAJA!!

FOTO

Vity preparando la cena en su infalible disco. Ya habíamos armado las carpas luchando un poco con el viento. La increíble noche de infinitas estrellas al alcance de la mano ya nos había cubierto. No se imaginan lo que fue al rato el valle iluminado por la luna llena. Se podía leer el diario. Además el hotel en ruinas está “sobresalido” hacia el valle, con el cerro muy cerca por detrás de tal manera que le hacía sombra y le daba un aspecto tenebroso a la mole oscura que se recortaba casi en medio del valle totalmente iluminado por la luz plateada. Un espectáculo asombroso lástima no haber tenido una cámara profesional como para sacar una foto.

Metacampamento a la madrugada. Imaginen lo que conté de la noche, la luna salió desde la derecha iluminando el río y las montañas del frente, quedando oscuro el hotel. Una maravilla inolvidable.


Levantamos campamento y salimos hacia el volcán Overo. En el caracol se ven subiendo a la derecha la plateada de Vity y al medio de la foto Horacio.

Volviendo agarramos algunas picaditas al pasar. Horacio.

Mariano bajando la misma pero vista desde el otro lado.

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El Cerve levantando la patita. Horacio mira de cerca.

Salimos de la zona del Sonseado y tomamos el camino hacia el Valle Hermoso.

Camino a Valle Hermoso.

Entrada al valle. Allá abajo se ve la laguna y detrás del promontorio se oculta el grupo de construcciones del lugar.

Las chicas del viaje. Atrás se lo ve a Santi.

Otras vez los colores increíbles. Complejo de Valle Hermoso.

Se puede bucear, pescar, tiene sombrillas de paja para picnic, lugar para carpas, comedor, etc.

Volviendo de Valle Hermoso.

Al regreso dimos una vuelta por Las Leñas (todo cerrado).

Pozo de las Ánimas. Se forma por ríos subterráneos que derrumban las paredes y techo conformado por materiales granulosos y poco firmes. Fue uno de los lugares que más le emocionaron al Cerve (casi más que las bodegas).

Laguna de la Niña Encantada, cerca de Los Molles. Se veían las truchas nadando en la laguna. También había animalitos que no vimos bien pero que eran tipo conejos o ardillas que se ocultaban entre las piedras. Un escalador arriesgó su vida pero no logró verlas mucho más de cerca.

Puente colgante sobre río Salado que te lleva a la Laguna. Los chicos le movían el puente para la “alegría” de Marce y las demás chicas.

Regresamos a las cabañas de Malargue y nos comimos todo esto.


En Malargue nos tomamos un descanso con siesta y pileta y al otro día salimos para la caverna de las ánimas. Arriba a la izquierda se ve la entrada.

Los exploradores subiendo a la caverna. Hicimos el recorrido corto pues al reser-var desde Malargue no entrábamos para el largo (se entra por grupos y la cantidad de personas es limitada por el tamaño de algunos lugares para pasar y la extensión del recorrido).

De allí fuimos a las termas de Cajón Grande. Camino a orillas del Río Grande.

Termas en medio de un paisaje espectacular.

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Disfrutando.

Tractor amarillo versión nieve con orugas.

Camino de vuelta de cajón grande, rumbo a Bardas Blancas.

Volviendo de Cajón Grande.

Estación de servicio de Bardas Blancas. No había nafta. El surtidor se quedaba sin corriente al cargar.

Hostería de Bardas Blancas. Hermoso el frente pero con detalles de infraestrura adentro. No obstante la cama, el agua caliente y la comida nos vino bárbaro pues según lo programado nos tocaba carpa esa noche pero entre el cansancio mas el viento que había ni dudamos en tomar Ruca Mahuida.

FOTO

Al otro día salimos hacia el sur hacia Neuquén. A esas alturas me había quedado sin AA en el tractor amarillo así es que debía abrir la ventanilla para no cocinarme con el calor y me comí la tierra de mi vida.

Ya en Barrancas (Neuquén) Horacio viendo alternativas el camino pues el plan original era llegar al volcán Domuyo pero rodeándolo por el norte y después ba-jando hasta Huinganco-Andacollo. No obstante nos habían dicho que probable-mente estaba cerrado el camino en la zona de Los Nevados pues las máquinas todavía debían estar sacando la nieve. Además estaba la incertidumbre del nivel de los río pues teníamos un par de vadeos.

Decidimos ir a ver hasta donde podíamos llegar. Bajada de cornisa al río Barrancas.

Pasamos la gendarmería que nos dijo que más arriba vivía el que maneja la máquina vial. Lo encontramos y el propio tipo nos confirmó que estaba cerrado. Re-cién estaría para el 20 de febrero.

Caracol hacia el río barrancas.

Allá van Vity, Mariano y detrás Horacio subiendo el caracol. Ya nos volvíamos al no haber podido seguir por el camino con nieve.

No hubo más remedio que ir hacia el sur por el este del domuyo, pasando por Chos Malal hasta Huinganco. En el camino espectáculo de nubes.

Finalmente llegamos por el sur a Varvarco, lo más cerca posible del Domuyo. Nos alojamos en estas cabañas muy buenas que son de la provincia.

A la mañana salimos para la zona del Domuyo. Vimos la casa y paramos a comprar huevos para la noche, pero no había nadie. El cartel está buenísimo hay reloj (uno) y se ve que más radios. El cartón clavado dice que hay “ñaco” (no supimos que es).

La chata de Mariano con el Sombrero Seleccionador que le ponen a Harry Potter en el primer día de clases en la escuela Hogwarts. No te preocupes que te mandó a la casa Gryffindor.

Camino a Aguas Calientes.

Todos en una curva al borde del cañón. A la izquierda el arroyo Covunco y la derecha el río Varvarco, ambos allá abajo.

Familia Vity casi al borde del cañón. Allá abajo el río Varvarco.

Llegando a Aguas Calientes. El río lleva eso: agua caliente que apenas se puede tocar. Florencia comprobando lo que llama mucho la atención luego de haber visto todos los ríos de la zona con el agua helada de los deshielos.

Cabañas de Aguas Calientes. Tienen una derivación del río y usan como agua caliente (baño, cocina, etc.) al agua termal. Increíble. Si estuviera en Córdoba habría un hotel 5 estrellas a U$S 5.000 la noche y ya lo hubieran hecho declarar patrimonio de la humanidad (digo por la proverbial capacidad para explotar recursos turísticos jaja!).

Géiseres de Las Olletas. Surge agua a mucha presión y temperatura y corre hacia el cañón.Arriba volaban los cóndores, en un momento había cinco volando al mismo tiempo en el lugar.

Los géiseres y el tractor amarillo.

GOOGLE EARTH ES REAL!!!
Vaaaamos. No me digan que nunca dudaron si se apagará o no la luz de la heladera cuando cerramos la puerta; o la luz del baúl del auto con el consiguiente miedo que nos deje sin batería. ¿Y el jabón del lavarropas automático?¿Se mezclará a la primera o en cualquiera de las cargas de agua??
En ese orden de incertidumbre (y de confianza final irremediable en el devenir universal) se inscribe la del Google Earth. ¿Serán fotos reales o alguien se pone a dibujar más o menos y te la hacen creer? En las ciudades puede ser que saquen fotos desde arriba, pero quien sabe si el Domuyo es o no es así desde arriba?? Ah..?
Bueno, en esta ocasión lo pude comprobar y son fotos reales nomás. En el Google se ve tal cual yo lo vi y fotografié. Les armé este esquema para que se les acaben las dudas y de ahora en más confíen en lo que les muestra el señor G. Earth.

Foto de Mariano con los chicos a lo lejos para que se aprecie mejor el lugar espectacular.

Saliendo de la zona de geiseres se veían fumarolas en distintos lugares del camino.

Camino a la base del Domuyo. Adelante Mariano, Vity y después Horacio.


A fin de no faltar a lo prometido en algún momento del relato; en respuesta al pedido de los amigos; con el espíritu de compartir algunas de las hermosas fotos que quedan y aún a riesgo de quedar más a destiempo que el pato Abbondanzieri sa-liendo a cortar centros, termino el relato del viaje Metaverano 2010 que quedó inconcluso faltando solo un par de días.
Habíamos quedado luego de visitar los géiseres y la base del Domuyo. Dormimos en unas cabañas de Huinganco, cerca de Andacollo (muy buenas pero no recomendables pues tuvimos problemas al llegar a alojarnos luego de haber reservado, pago incluido, con un mes de anticipación).

Al otro día salimos hacia Caviahue y viajamos bajo otro espectáculo de nubes. Esta es una de las naves de la nueva serie “V” (en cualquier momento la ponen en los avances).

Más nubes.

Llegando a Caviahue. Adelante el lago homónimo y del otro lado a la derecha el pueblo.

Caviahue. Pueblo pequeño dedicado a la actividad del esquí, teniendo cerca (10 km) al centro termal Copahue. Si bien el pueblo está en plena construcción, apuntan a algo exclusivo para poca gente de buen poder adquisitivo (dicho por el hotelero local).

Al día siguiente salimos hacia la montaña remontando la margen del río Agrio por un sendero de piedras. A lo largo del sendero hay 5 cascadas muy bonitas y distin-tas, a las que hay que llegar a pie. Desde la primera así se ve Caviahue

Otra de las cascadas.

Notable formación de piedras en forma de bastones que se “cortan” y caen ladera abajo. También sorprende como se sostienen árboles tan altos en la ladera de piedra, teniendo en cuenta que es una zona de mucho viento y nieve.

Horacio en la Cascada Escondida.

Sendero de piedra entre los pehuenes. Detrás viene Mariano.

En el resplandor del atardecer la X-T de Mariano parece plateada.

La Path de Horacio también.

La familia Vity, Patricia y Facundo alquilaron unos caballos y se fueron de cabalgata con un guía que los llevó por lugares maravillosos.

Eximio caballero ecuestre, Nico Vity vadeando con su 4x4 de 1 HP.

Volviendo de la espectacular cabalgata medio destruidos, llenos de tierra y con frío por el terrible viento que hubo ese día. Vity se bajo caminando tipo John Wayne en la película Río Bravo (entre las piernas le pasaban dos perros peleando). Facundo escaldadas las piernas por el pantalón muy fino y andar con un estribo más largo que el otro. Marce medio torcida por llevarlo en el mismo caballo a Juani todo el camino. Patricia vencida psicológicamente por el caballo que hacía lo que él quería y no lo que le mandaba la jineta. El que más o menos zafó fue Nico el centauro.

Caviahue visto desde el camino que va hacia Copahue.

Termas de Copahue. Es una muy pequeña población dentro de una especie de cráter de volcán (no se si es el mismo volcán Copahue). Se ven las piletas cuyo uso no estaba habilitado por el terrible viento de ese día.

Zona llamada “las maquinitas” (I don´t know why….). Hay una pileta para baños de barro y géiseres de vapor y agua caliente. Esta parte se puede usar gratis, la anterior es rentada, exige revisión médica, etc.

Al día siguiente salimos hacia el oeste y anduvimos en un alucinante bosque de pehuenes. Daba la sensación de que se nos aparecería en cualquier momento un velocirraptor de Jurasic Park. Estuvimos cerca del límite con Chile pero no pudimos llegar al hito pues nos topamos con una vega intransitable.

Tomamos hacia el SE, hacia la zona de Los Barros. Horacio vadeando el arroyo Hualcupén.

El tractor amarillo mojando las patitas.

FOTO

Espectacular vega en Los Barros. Entre los cerros, de pasto verdísimo y llena de animales de todo tipo.

Almuerzo debajo de los pehuenes. Notable especie que está aquí desde la época de los dinosaurios. Impone respeto por su porte, altura y una corteza dura y rugosa que atestigua su experiencia de millones de años.

Volviendo entre la majada.

De regreso picnic y relax en el lago Hualcupén. Los chicos trataron de pescar pero otra vez nada…

Al día siguiente salíamos de Caviahue hacia Pehuenia y amaneció un día increíblemente calmo. El lago era un espejo y como tal salieron estas fotos espectaculares.

Al fondo a lo lejos a la derecha el pueblo de Caviahue. No hay truco. La visión era fantástica, estuvimos todos largo rato mirando.

Llegamos a Pehuenia, almorzamos y encaramos hacia el volcán Batea Mahuida, otra vez al borde del límite con Chile. A la derecha se ve el cráter.

Romina y Patricia junto a las chatas en el cartel indicador. Se ve el camino al tope del cráter. No parece pero la segunda mitad de la subida es bien empinada y solo se sube (y baja) en 1ra de baja. Una chata 4x2 se vuelve al no poder subir.

En la cresta del cráter del Batea Mahuida. Entre la amarilla y la Frontier de Vity se ve el cono nevado del volcán Lanín.

Al fondo a la izquierda el lago Aluminé, al medio el volcán Lanín, a la derecha el lago Moquehue y abajo en primer plano la laguna del cráter del Batea Mahuída (en el “vértice” donde termina el camino después tomaríamos unos mates).

Bajando el Batea. Allá adelante va Mariano.

Mateada vespertina al borde de la laguna del cráter del Batea. Allá arriba habíamos estado hace un rato.

Bajando de la laguna del cráter

Nos fuimos de Pehuenia hacia Aluminé viajando a orillas del lago del mismo nombre, hacia el camping Piedras Verdes.

Entrada y restaurant del camping. Un lugar excelente por su ubicación, servicios, etc., a orillas del río Aluminé.

Desayuno en el camping. Espectacular dormir con el sonido del agua que corre a unos metros.

Gran charla preparando el almuerzo en el camping.

Luego de dos días de relax en el camping ya salíamos terminando el viaje y nos despedía este extraño árbol con forma de ñandú (choique) en lo alto de la montaña.

Encarando el regreso hacia Zapala tomamos hacia el sur pasando por la bajada de Rahue, camino de cornisa muy ancho y bien mantenido que nos regaló el último paisaje espectacular de esta travesía.
Luego de una escala en Santa Rosa de La Pampa volvimos a Baires, habiendo recorrido más de 5.400 km en total.
Relacionando hoy con la tragedia de Chile, recuerdo que la zona del volcán Domuyo sus géiseres y caminos de cornisa están a la misma latitud que Chillán y Concepción (a 230 km en línea recta hacia el oeste), dos de las ciudades más afectadas. Sin duda en el Domuyo se debe haber movido bastante y nosotros le “erramos” por quince días (brrrr….).

 

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